A pesar de que todos conocemos los consejos que permiten prevenir y evitar una quemadura producida por el sol, la realidad es que la mayoría nos hemos quemado o nos quemamos alguna vez. Un paseo prolongado, quedarse dormido en la playa o confiarse un día poco soleado o nublado pueden suponer una quemadura solar y las molestias inmediatas que ésta produce. Sin intención de asustar a nadie, pero sí con el objetivo de insistir lo máximo posible en la prevención en los niños, es necesario recordar que cinco quemaduras solares en una vida duplican el riesgo de padecer melanoma cutáneo.
En este post vamos a enumerar las medidas más eficaces para cuidar y tratar la fase aguda o inmediata de las quemaduras producidas por el sol:
1. Enfriar rápidamente la piel afectada por el sol
Si estás cerca de una piscina, en la playa o en un lago o pantano, date un baño para enfriar la piel de forma inmediata. No prolongues el baño para evitar aumentar la exposición al sol, y si puedes dátelo con la camiseta puesta.
Después es útil seguir enfriando la piel con compresas frías. Nunca apliques hielo directamente sobre la piel, sólo conseguirías dañártela todavía más
En casa un baño o ducha fríos poco prolongados también son adecuados. No utilices jabón o utiliza uno suave y en poca cantidad.
2. Hidratar bien la piel
Cuando la piel todavía está húmeda después del baño o la ducha, aplícate una crema hidratante sin urea y sin base de aceite. La base de aceite puede atrapar el calor de la piel y hacer que la quemadura empeore.
Repite la aplicación de la crema hidratante con frecuencia los días sucesivos a la quemadura y durante la fase de descamación o “pelado” de la piel, si esta se produce.
3. Disminuir la inflamación
Lo correcto es que antes de tomar cualquier tipo de medicación consultes con un médico. En todos las playas y núcleos de ocio existen consultorios con profesionales que te podrán aconsejar y recetar la medicación si es preciso.
De manera general el médico te puede prescribir un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINE), como el ibuprofeno o el naproxeno. Estos fármacos ayudan disminuyendo la inflamación y las molestias propias de las quemaduras (dolor, escozor, picor, tirantez, sensación de calor, e incluso fiebre). Una crema a dosis bajas de cortisona durante 24 horas también puede ayudar a mejorar los síntomas si las quemaduras afectan una pequeña superficie como es la cara o los brazos.
También es muy útil vestirse con ropa poco ceñida y transpirable.
4. Reponer los líquidos
Todas las quemaduras atraen el agua y electrolitos del organismo a la superficie de la piel en perjuicio del resto del organismo. Esto se concreta en un riesgo de deshidratación que disminuye la pérdida de calor corporal y altera el funcionamiento normal del organismo. Una persona deshidratada orina muy poco y oscuro.
Después de una quemadura solar es importante rehidratarse correctamente. Beber agua y bebidas deportivas con bajo contenido en azúcar es útil para reponer el agua y electrolitos perdidos. La hidratación es necesaria hasta que la piel se recupera.
Recuerda que el riesgo de deshidratación grave es mucho mayor en niños y ancianos.
5. Acudir al médico sin excusas si…
Debes solicitar asistencia médica si las quemaduras son tan graves que te han producido ampollas, tienes fiebre y escalofríos, o te sientes mareado o confundido. En Diagonal Centro Quirúrgico ofrecemos un servicio avanzado que permite tratar las quemaduras solares y de otra índole.
Los niños, ancianos y personas con enfermedades previas y que toman medicación deben ser evaluados por un médico al primer síntoma