Cualquier herida de origen traumático o quirúrgico está influida por factores ajenos a la propia herida, que van a determinar el ritmo de curación y cicatrización.
Mal atendidas las heridas puede evolucionar de forma crónica e incluso convertirse en una úlcera.
Estado general de la salud
El estado general de salud es el factor principal que permite predecir cuál va a ser el riesgo de que una herida no cure o cicatrice correctamente:
- Las personas con enfermedades asociadas, o de edad avanzada, son pacientes en los que es necesario cuidar las heridas traumáticas de forma óptima desde que se producen.
- Las personas que padecen una enfermedad oncológica activa, enfermedades crónicas de tipo inflamatorio o autoinmune, o enfermedades genéticas del tejido conectivo, son especialmente frágiles. En estos pacientes las heridas con frecuencia curan muy lentamente.
En estos casos, las intervenciones quirúrgicas deben reservarse a aquellas situaciones en las que son imprescindibles para preservar la salud.
Nutrición
Los mecanismos de reparación de los tejidos que se ponen en marcha para la curación y cicatrización de una herida se realizan utilizando el aporte de proteínas, aminoácidos esenciales y vitaminas que el paciente incorpora a su organismo a través de la alimentación.
Una alimentación insuficiente o inadecuada antes, durante o después de la intervención quirúrgica compromete la curación de la herida.
Los pacientes con heridas extensas o crónicas tienen una elevada tendencia a la desnutrición, y necesitan ser informados y ayudados para que mantengan una alimentación adecuada.
Tabaco
- Efectos inmediatos: los principios activos tóxicos contenidos en el tabaco actúan como elementos vasoconstrictores periféricos, disminuyendo la circulación en los pequeños vasos sanguíneos encargados de preparar la herida y aportando los nutrientes y oxígeno necesarios para su curación y cicatrización.
- Efectos crónicos: el tabaco lesiona todos los vasos sanguíneos y disminuye la eficacia de la micro y macrocirculación. La afectación vascular difusa en forma de arterioesclerosis producida por el tabaco influye de forma negativa en la curación de las heridas, sobre todo a nivel de las extremidades inferiores.
Medicación
Es necesario conocer si el paciente está en tratamiento con algún fármaco que influya en la fase de curación de las heridas o aumente el riesgo de infección.
Influyen de forma negativa los tratamientos con corticoides, antiinflamatorios y los fármacos inmunosupresores.