La pérdida de elasticidad de la piel y los tejidos que cubren los pómulos se observa como un aumento del espacio entre el párpado inferior y el pómulo, interpretado normalmente como ojeras. Aparece un espacio hueco, con frecuencia de aspecto apagado, y que en las personas predispuestas se rellena parcialmente con las bolsas de grasa de los párpados inferiores.
El microinjerto de grasa corrige de forma permanente estas dos situaciones. El procedimiento a realizar es mínimamente invasivo, ambulatorio, y sólo requiere un poco de anestesia local en la zona donante de grasa. La corrección es inmediata y la recuperación completa en 24 o 48 horas.
En Diagonal Centro Quirúrgico asociamos el injerto graso a la intervención de blefaroplastia siempre que es necesario.