Las quemaduras son lesiones producidas por la exposición del organismo a fuentes de calor con elevada temperatura, o por la exposición de productos químicos.
La gravedad y el pronóstico de las quemaduras está determinado por la combinación entre la profundidad de la quemadura, la superficie corporal o extensión lesionada, y la edad y salud del paciente. También puede empobrecer el pronóstico un tratamiento tardío o inadecuado.
Las quemaduras superficiales, de pequeña extensión o que no afectan estructuras como la mano, cara, pies o articulaciones se consideran leves y pueden tratarse ambulatoriamente y con curas locales.
Las quemaduras complejas o extensas deben ser tratadas lo antes posible por un especialista en cirugía plástica o por una unidad de quemados habilitada.