Para el tratamiento de las varices y arañas vasculares con el láser vascular Neodimio-YAG de FOTONA, se identifican en primer lugar las venas a tratar. A continuación, procedemos a aplicar pulsos de energía luminosa (láser) a lo largo de toda la longitud del vaso sanguíneo.
El proceso de tratamiento de varices con láser es sencillo y, además, muy seguro. La duración de cada sesión puede variar entre los 30-45 minutos y habitualmente son necesarias de dos a tres sesiones para la eliminación total de las varices, aunque la duración del tratamiento dependerá siempre de cada caso particular.
La mayoría de las pacientes tratadas con láser vascular experimentan una ligera incomodidad completamente tolerable. En pacientes con mayor sensibilidad al dolor se puede aplicar una crema anestésica 30 minutos antes del tratamiento.
Como la aplicación del pulso de energía luminosa se hace a través de la piel, algunos pacientes experimentan una sensación de quemazón moderada al emitir el pulso de luz. Para evitar en lo posible las molestias y el riesgo de quemaduras disponemos de un equipo de aplicación de frío InterCooler de última generación que permite la aplicación simultánea de aire frío durante todo el tratamiento. Este tiene un efecto analgésico adicional.
Se debe dejar transcurrir de mes y medio a dos meses entre sesiones, para dar tiempo al organismo a reabsorber la sangre que ha sido coagulada por la energía láser.
Se realizarán revisiones periódicas en consulta para ver la evolución del tratamiento y eliminar alguna variz que hubiera podido quedar en las zonas a repasar.
El tratamiento de las varices con láser es un procedimiento seguro y ambulatorio. Permite tratar amplias zonas en una misma sesión, y en la mayoría de los pacientes consigue la desaparición satisfactoria de las varices.
Habitualmente los pacientes no precisan el uso de medias de compresión después del tratamiento. En los casos más severos pueden aparecer enrojecimientos transitorios de la piel, que se resuelven por sí mismos con el tiempo. Las varices tratadas desaparecen progresivamente y de forma espontánea en el plazo de las 3 a 6 semanas posteriores al tratamiento.